Establecido en 2016 por la Asamblea de las Naciones Unidas, el Día Mundial de la Gastronomía Sostenible se celebra el 18 de junio con el propósito de concienciar a la opinión pública sobre el verdadero valor de la comida reduciendo así tanto el desperdicio alimentario como la explotación de recursos y la producción de residuos.
La ONU, la UNESCO y la FAO trabajan conjuntamente con estados miembros, organismos internacionales, organizaciones territoriales y regionales en la promoción de iniciativas destinadas a una "toma de conciencia" de nuestro modo actual de producir y consumir alimentos, que además de tener un aspecto ético discutible, ha sido considerado insostenible en términos de uso de recursos naturales.
Nuestros sistemas alimentarios actuales están basados en lógicas industriales y dinámicas comerciales que han llevado, a lo largo del tiempo, a una producción de alimentos intensiva a gran escala apoyada por un excesivo aprovechamiento de los recursos ambientales y animales durante los procesos de producción.
Además, se ha creado una competencia comercial con los productos locales que garantizan una mayor sostenibilidad en términos de mantenimiento de la biodiversidad, producción a km 0 y control sobre la "cadena de valor", es decir, sobre la cadena de pasos del alimento del campo a la mesa.
Por gastronomía sostenible se entiende una cocina local, tradicional y típica de una determinada área geográfica; una cocina a km 0 que tenga en cuenta la procedencia de los diversos ingredientes valorizando a los productores estacionales y que preserve la fauna silvestre, una cocina que sea sostenible por lo tanto que no desperdicie recursos naturales y no sea dañina para el ambiente.
La gastronomía, como expresión cultural de pueblos y culturas diversas del mundo vinculadas a territorios específicos del planeta y gracias a nuestras elecciones de consumo y compra, desempeña un papel muy importante en el logro para 2030 de los objetivos ONU de desarrollo sostenible centrados en la agricultura sostenible (Agenda 2030).