El henna es una hierba tintórea de color rojo que proviene de la pulverización de las hojas secas de Lawsonia Inermis, una planta que crece en India, Oriente Medio y Norte de África.

Se trata de un colorante vegetal completamente natural utilizado durante siglos como tinte para el cabello y para la piel.

Dado que el henna no contiene sustancias químicas como amoníaco y peróxidos (presentes en muchas tinturas tradicionales), no se puede utilizar para decolorar el cabello aclarándolo, sino solo para oscurecerlo y darle reflejos que van del rojo al marrón y al negro.

El tono de color obtenido con el henna varía dependiendo del tipo de cabello en el que se aplica y del tiempo de exposición.

Los distintos matices de color del marrón al negro se logran mezclando el henna rojo (el único tipo de henna capaz de cubrir las canas) con otros polvos tintóreos o reflectantes obtenidos de las hojas de plantas como Indigofera Tinctoria y Cassia Obovata.

El llamado "henna rubio" es, en cambio, una mezcla de henna rojo con otras hierbas que, aplicado sobre cabello castaño claro, ofrece reflejos más brillantes, dando al cabello un color globalmente más claro.

Debido a sus características naturales, el henna es considerado una excelente alternativa a las tinturas químicas y es frecuentemente utilizado por mujeres también durante el embarazo, etapa en la que se desaconseja el uso de tinturas para el cabello tradicionales.

De hecho, los compuestos químicos presentes en los colorantes comerciales pueden ser absorbidos a través del cuero cabelludo y entrar así en el flujo sanguíneo, creando posibles riesgos para el feto.

Por lo tanto, el henna representa una solución más segura para teñir el cabello durante el embarazo, siempre que se consulte con un médico respecto a la situación específica.

Es importante leer muy bien las etiquetas de los productos en el mercado antes de comprarlos ya que en algunos, aunque se indiquen como henna, podrían contener aún otros ingredientes dañinos durante el embarazo o capaces de causar alergias.

Cómo aplicar henna en el cabello en casa

Si se desea empezar a usar henna para colorear el cabello, siempre es recomendable hacer un test en una pequeña área del cuero cabelludo para verificar que no haya ninguna reacción alérgica o una alta sensibilidad de la piel.

La primera aplicación es un momento crucial para entender cómo el cabello reacciona al color, lo que permite así determinar el tiempo de exposición más adecuado para las necesidades propias.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el color proporcionado por los polvos tintóreos naturales se intensifica con el tiempo, por lo tanto, para tener una idea más precisa es mejor considerar el resultado obtenido después de las primeras 2 o 3 aplicaciones.

En cuanto a la cantidad de henna a utilizar, depende mucho del tipo de cabello (grueso o fino), del largo del cabello y de la intensidad del color que queremos obtener.

En general:

• para cabello corto y fino - 30 g de henna en polvo
• para cabello largo y fino - 350 g de henna en polvo
• para cabello corto y grueso - 50 g de henna en polvo
• para cabello largo y grueso - 550 g de henna en polvo

Como en cualquier operación de tintura de cabello, es bueno tomar algunas precauciones para evitar manchas en casa o en la ropa como, por ejemplo, colocar un paño de plástico (o periódicos o cartón) en el suelo y usar ropa vieja durante el proceso de aplicación del henna.

Materiales

• Henna en polvo
• Agua muy caliente (aproximadamente 60 g de agua caliente por cada 50 g de henna en polvo)
• Un recipiente no metálico (por ejemplo, un bol)
• Una cuchara no metálica para mezclar el compuesto (por ejemplo, una espátula o una cuchara de plástico)
• Una brocha para aplicar el compuesto
• Un par de guantes de látex
• Un gorro de ducha o film transparente
• Una toalla vieja

Procedimiento

1. Verter el polvo de henna en el recipiente y agregar gradualmente el agua caliente mezclando el compuesto constantemente con la cuchara hasta alcanzar la densidad de una crema sin grumos (como por ejemplo la del yogur griego).
    
2. Cubrir el recipiente con una tapa o con film de cocina y dejar reposar el compuesto durante unas 4 o 5 horas. Esta fase de reposo permite que los pigmentos del henna se activen.
    
3. Para que la coloración con henna sea efectiva, debe realizarse sobre cabello recién lavado con un solo lavado de champú (pero sin acondicionador), ligeramente húmedo (pero no mojado) y sin productos de peinado.
   
   Esta preparación del cabello no solo facilita la penetración del color en el mismo, sino que también es necesario luego evitar usar champú en las primeras 24 horas después de la aplicación.
    
4. Cuando la mezcla esté lista, aplicar crema hidratante o aceite en la frente, justo debajo del nacimiento del cabello y alrededor de las orejas para evitar que la piel se manche.
    
5. Después de ponerse los guantes, peinar el cabello y aplicar el henna con la brocha distribuyéndolo de manera uniforme desde la raíz hasta las puntas.
    
6. Recoger el cabello con un viejo clip y envolverlo en un gorro de ducha o en film transparente. La humedad creada activa el proceso de coloración.
    
7. En este punto, esperar un tiempo de exposición que varía de 2 a 4 horas dependiendo del tipo de cabello y de la intensidad del color que queremos obtener.
   
   Cuanto mayor es el tiempo de exposición, más intenso será el color aunque la solución óptima sería optar por una mayor frecuencia de coloraciones con un tiempo de exposición mínimo de unas 2 horas cada vez, para evitar que a largo plazo se pueda generar una sensibilización del cuero cabelludo.
    
8. Aclarar entonces el cabello abundantemente con agua tibia y acondicionador hasta que el exceso de color sea completamente eliminado y el agua se vuelva transparente.
    
9. Después del enjuague envolver el cabello en una vieja toalla y secarlo como de costumbre aplicando luego un poco de aceite para cabello en las puntas para nutrirlas.

En las siguientes 24-48 horas se verá que el color se hace cada vez más evidente.

En cuanto a la frecuencia de las aplicaciones, podemos optar por una coloración cada 10 días durante las primeras 2 o 3 veces si nunca se ha usado este método y una coloración una vez al mes cuando el cabello ya está acostumbrado a este tipo de tratamiento.