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Cómo hacer una planta de romero por esquejes
Viviendo Verde

Cómo hacer una planta de romero por esquejes

GW Admin

Una simple técnica de propagación para obtener plantas aromáticas sanas y frondosas

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¿Cuántas veces hemos recibido una hermosa planta (quizás rara) como regalo y deseado que pudiera vivir para siempre, o nos hubiera gustado tener otras iguales en diferentes partes de la casa o del jardín?

Para cumplir estos y otros deseos o necesidades, se recurre a la "propagación de las plantas", es decir, a su duplicación que, cuando ocurre mediante la intervención del hombre, puede realizarse con varios métodos, incluido el método de esquejes.

¿Qué es un esqueje?

El esqueje es una técnica específica de propagación que permite multiplicar una planta existente en muchas pequeñas plantitas genéticamente idénticas.

Esta multiplicación se realiza extrayendo algunas partes de la planta madre (ramas, hojas o pedazos de raíces) y colocándolas en un sustrato adecuado para su desarrollo como plantitas independientes.

El término "esqueje" indica tanto la porción de la planta madre utilizada para la propagación, como la técnica misma de propagación.

La propagación por esquejes se aplica a un amplio espectro de plantas: desde plantas aromáticas (romero, salvia, menta, tomillo, albahaca, perejil y chile) hasta plantas ornamentales (geranios, begonias, azaleas y rosas) y plantas frutales (vid) hasta algunos tipos de arbustos (jazmín e hibisco).

Dependiendo del tipo de planta a propagar, el procedimiento por esquejes varía en función de la estructura y comportamiento de la planta misma.

Los factores de variación del proceso de esquejes para los diferentes tipos de plantas son, por ejemplo: qué porción de la planta madre extraer (ramas, hojas o raíces), el período del año en el que extraer el esqueje para que se pueda desarrollar más fácilmente, el tipo de sustrato a utilizar, la adición o no de hormonas enraizantes, etc...

Por esta razón, antes de intentar realizarlo, es importante informarse bien sobre el procedimiento a seguir para nuestra planta específica con el fin de obtener la mayor probabilidad de éxito posible.

El esqueje para las plantas aromáticas

Como es sabido, las plantas aromáticas son aliadas muy valiosas en muchos aspectos que conciernen nuestra cotidianidad.

Desde el punto de vista culinario, hierbas como la albahaca, el romero, el tomillo y el perejil (solo por mencionar algunas), hacen únicos nuestros platos enriqueciéndolos de sabores y aromas intensos.

Gracias también a sus propiedades medicinales y terapéuticas las hierbas aromáticas ayudan nuestro bienestar tanto físico como mental.

Además, para los amantes de la jardinería, estas son plantas realmente fáciles de cultivar incluso en maceta ya que todo lo que necesitan es solo agua y sol.

Disponer de un huerto aromático en el balcón con nuestras hierbas favoritas disponibles durante todo el año nos permite tener acceso a hierbas siempre frescas, cultivadas por nosotros de manera natural y que pueden liberar, por lo tanto, todas sus propiedades beneficiosas para una cocina más sana.

El procedimiento de propagación por esquejes es más o menos similar para todas las hierbas aromáticas y prevé la extracción de un ramillete joven de la planta madre.

Procedimiento para realizar una plantita de romero por esqueje

Para ilustrar cómo propagar las plantas aromáticas por esqueje, tomemos como ejemplo una planta madre de romero de la que obtener nuevas plantitas.

Para tener mayores probabilidades de éxito, el proceso de multiplicación por esqueje generalmente se realiza en un periodo que va desde los meses de abril/mayo hasta los meses otoñales de septiembre/octubre excluyendo los meses calurosos de pleno verano como julio y agosto.

Piantina di rosmarino per talea

Aquí están los pasos a seguir para crear nuestras plantitas de romero a partir de la planta madre:

  • Cortamos de la planta madre unos ramilletes jóvenes cuyo tallo aún no es leñoso, de longitud igual a 10-15 cm. También podemos usar las ramas que usualmente cortamos para podar periódicamente la planta madre.
  • Por cada ramillete eliminamos las hojas de romero por 5-6 cm partiendo de la extremidad inferior del tallo de modo que solo queden las agujas en la parte superior.
  • Colocamos nuestros ramilletes en un tarro de vidrio transparente no coloreado lleno de agua. Llevamos los tarros a casa al cerrado y los ponemos en un lugar luminoso (por ejemplo, en el alféizar de una ventana). Buscamos un lugar que sea suficientemente luminoso pero que evite el contacto prolongado de la luz directa del sol con las plantitas.
  • Cambiamos el agua en el tarro cada día y veremos que ya después de una semana o diez días se formarán las primeras pequeñas raíces de nuestros ramilletes. Las raíces son muy delicadas, por lo tanto, una vez que se han formado, debemos manejar los ramilletes con cuidado al cambiar el agua.

 

Cuando las raíces son lo suficientemente largas (2-3 cm) podemos pasar a la fase de enterrar en maceta:

  • Primero nos proveemos de macetas pequeñas (preferiblemente de terracota que es un material transpirable) con los respectivos platillos, teniendo la intención de enterrar en cada maceta un único ramillete. La elección de poner cada ramillete en una maceta es subjetiva, pero debemos considerar que si varios ramilletes tienen éxito y se convierten en plantitas, luego sería más difícil extraerlas del mismo pequeño macetero para dividirlas.
  • Colocamos en correspondencia de los agujeros dentro de cada maceta unos "cocci" de terracota, es decir, pedacitos de macetas rotas de terracota que tienen el propósito de drenar mejor el agua, luego llenamos más o menos la mitad de la maceta con tierra.
  • Enterramos nuestro ramillete por 5-6 cm y añadimos más tierra hasta llenar la maceta. Hacemos una ligera presión con los dedos sobre la tierra para acomodarla pero sin exagerar puesto que una tierra demasiado comprimida podría tanto dañar la planta como obstaculizar el paso del agua.
  • En este punto, cortamos un poco el ápice del ramillete de modo que la energía de la planta pueda concentrarse más en el desarrollo de su aparato radicular.
  • Colocamos las macetas al aire libre (por ejemplo, en el balcón) y regamos abundantemente un par de veces nuestras plantitas. De este modo, la tierra bien mojada tenderá a adherirse mejor a las pequeñas raíces del ramillete.

 

En los primeros tiempos es bueno regar con mayor frecuencia intentando mantener la tierra siempre húmeda pero nunca llena de agua para evitar que las raíces se pudran.

Después de aproximadamente un mes, podremos darnos cuenta si nuestros ramilletes han logrado convertirse en sanas plantitas autónomas y después de aproximadamente un año, si vemos que la maceta es ya pequeña para nuestra planta, entonces podemos pensar en transplantarla a una maceta más grande donde será libre de crecer y fortalecerse.

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